viernes, 20 de junio de 2014

Kairós

Metemos nuestras cabezas de lleno en éste sueño, te gustaría que me quede, acá, con vos; estás jugando a lo mismo de siempre y no te das cuenta de que el frío comienza a congelar nuestras entrañas y que ya nada sirve de nada y que a nadie le importa más nada.

Las campanas suenan doce veces y los amantes sellan su pasión con candados, podríamos quedarnos con diecisiete para siempre porque nos aterra seguirle el paso al tiempo pero las marcas de incertidumbre e intranquilidad empiezan a mostrarse  y las personas comienzan a darse cuenta de cómo vivimos y todo se vuelva con un sabor más amargo,  las maniáticas agujas del reloj con placer nos dicen todos los días a la misma hora como hacerlo, como movernos al compás junto con los millones de títeres más, compitiendo por algo que jamás vamos a volver a tener. El sol se hunde y el llanto se apodera de nosotros y desquebrajamos a los demás solo para escuchar como sus corazones se rompen, como se estremecen y gritan, sé que secretamente amas como se ven y no me importa e igual te sigo el paso mientras tenemos esta lozanía, para siempre… 

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