Metemos nuestras cabezas de lleno en éste sueño, te gustaría
que me quede, acá, con vos; estás jugando a lo mismo de siempre y no te das
cuenta de que el frío comienza a congelar nuestras entrañas y que ya nada sirve
de nada y que a nadie le importa más nada.
Las campanas suenan doce veces y los amantes sellan su pasión
con candados, podríamos quedarnos con diecisiete para siempre porque nos aterra
seguirle el paso al tiempo pero las marcas de incertidumbre e intranquilidad empiezan
a mostrarse y las personas comienzan a
darse cuenta de cómo vivimos y todo se vuelva con un sabor más amargo, las maniáticas agujas del reloj con placer
nos dicen todos los días a la misma hora como hacerlo, como movernos al compás
junto con los millones de títeres más, compitiendo por algo que jamás vamos a
volver a tener. El sol se hunde y el llanto se apodera de nosotros y desquebrajamos
a los demás solo para escuchar como sus corazones se rompen, como se estremecen
y gritan, sé que secretamente amas como se ven y no me importa e igual te sigo
el paso mientras tenemos esta lozanía, para siempre…