jueves, 11 de agosto de 2016

Kilómetros


 Y es así como se siente la definición de perder; un tic tac qué me envuelve en tu nombre de idioma antiguo.
 Quince fueron los recuerdos, quince lágrimas permití soltar, quince veces le dije tu nombre al ventanal aguado, quince...marcaba mi reloj.
 Porque tu levedad de sentimientos se siente cómo mil espadas en el estómago, porque te di todo sin darme cuenta de la geometría de tu sonrisa.
 Se suponía qué era un pacto de noches sin fin cubiertas en humo de cigarrillo, pero todo se convirtió en café a la mañana y besos de complicidad.
 No sé cómo manejar tu libertad, cuál pájaro destinado a irse en invierno. Y ya no puedo responder a tu recuerdo sin rasparme las rodillas, sin poner sal a la llaga.
Porque nunca nadie me advirtió como duelen los moretones, luego de la caída libre.

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